He ahí ese montón de tierra
imagínate en aquel promontorio
el cadáver insepulto de mi amor
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En vez de un cuerpo cualquiera
imagínate toda la hoguera
que deslumbró tu ser
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Para que otra vez mi pasión
estuviera entre tus manos
tendrías que empezar a cavar
tomar una pala —firme y milenaria—
y cavar con el delirio de los infiernos
Empezar a sudar
día tras día
noche tras noche
demoler el tiempo
y doblegar los calendarios
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Cavar incesante —sempiterna—
Infame contra la tierra endurecida
Cava desventurada con la rabia de tus dentaduras
y el fuego de tus ojos
con el alarido de tu estirpe
y el sudor de todos los siglos
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Te pido que no te afanes
Descansa un poco
Calma tu sed con esos sueños perdidos
Siéntate a saborear tu pasado
a la orilla de cualquier tristeza
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Descansa porque el trabajo es duro
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Cuando logres deshacer la fosa
sigue cavando sin descanso
y ahora encontrarás
un cajón que no es de muertos
que se te desvanecerá entre las manos
entre agua y lodo y podredumbre y espejismos
pero sigue cavando Cava sin cesar
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Y ya trepidante entre gusanos y escarabajos
verás florecer un manojo de mariposas
sigilosas hacia los confines
Alcánzalas porque allí va mi corazón
Esa es la esencia de tanto esfuerzo
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Qué esperas Ve tras ellas
porque no tienes alternativa
Tendrás que atravesar todos los caminos
Los del fuego como hogueras
túneles descomunales del martirio
los tormentosos aluviones del desierto
las furias de los abismos
las inusitadas praderas
los extensos bosques
y entre fieras y muladares
murallas y pavimentos
surcarás ríos y mares
Heladas cordilleras
y las montañas más inhóspitas
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Allí te veré buscando mariposas
y otra vez cansada
tendrás que sentarte a la orilla del recuerdo
y entonces querrás
volver del sepulcro
de ese caleidoscopio donde te has metido
porque aquellas mariposas
se habrán perdido
entre los manglares de la muerte
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Cuando quieras regresar
ya no habrá regreso
porque todos los caminos
se habrán borrado
y sólo tinieblas tendrás en tu sino
porque aquel elemento
—encrucijada entre la vida y la muerte—
será un oasis en el horizonte
de pesadumbres y esperanzas
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Para entonces será en vano
todo esfuerzo
Por eso te pido deja dormir el tiempo
en el regazo del crepúsculo
y en vez de mariposas
llena de flores cada aurora
y cada atardecer
también llénalo de flores
para que sea fragante el camino
y luminoso tu destino.
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(1995)
Publicado en: Maga, Revista Panameña de Cultura -- Tercera época, número 28 (mayo-agosto, 1996). Fundación Editorial Signos. Universidad Tecnológica de Panamá, Panamá, 1996
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