Tu nombre me llega al oído
o brota de mi boca
oloroso a nostalgia,
a libro disecado
con una flor intacta dentro,
latente,
como un poema ingenuo.
Tu nombre reposa en mi mano
brújula, mariposa, caracol...
o viene de lejos como un eco;
sube de abismo en abismo
y me alcanza
y me toca
y empiezo a llamar a las cosas
por tu nombre.
Del libro: Poemas abstractos para una mujer concreta.