Marchitas rosas sobre el césped,
lápidas de mármol, mausoleos,
desnudas tumbas, carcomidas cruces,
que en hileras o en desorden
discriminan a los muertos.
|
Ricos, poderosos o humildes
bajo tierra prisioneros
por el barro de la tumba
que cubrieron
ataúdes por mortaja
de bruñido bronce
caoba fina
o de amargo cedro
o envuelto solo en un sudario
en el tibio suelo.
|
Vano sentido de la vida,
barca lejana del silencio,
adoquines y doseles,
procesión de espectros;
cuerpos que en vida fueron
de belleza plenos;
de famélicas figuras,
obesos, asténicos;
muertos son iguales,
de cera, fríos, yertos.
|
Póstumo reclamo de natura,
vigilia de igualdad con celo;
por el mismo cernidor pasando
blancos, amarillos o morenos,
ricos, pobres, pordioseros.
|
El mismo proceso nos destruye,
nos forman los mismos elementos,
los mismos vapores mal olientes,
liberan nuestros cuerpos,
la misma suma de los restos,
resistiendo implacable al tiempo.
|
Y en todos repitiendo el mismo axioma,
en doradas letras
grabadas desde el cielo:
"VINIMOS UN DÍA DEL BARRO
Y AL BARRO OTRA VEZ VOLVEMOS"
|
del libro: De luto visten las albas
|