IV. Allegreto precipitado
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"Es un Clarinete / que suena /
/ en el filo /
/ del espanto / ".
J. Babot
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1.
Empecemos todo de nuevo.
Los clarines rebasan
las ventanas,
la casa está volteada,
me persiguen
sonatas vegetales,
crece el ruido de las flores,
y en el centro
corolas inaudibles
alimentan otras plantas.
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2.
Hoy más que nunca
siento los garfios
de la vida;
flores silvestres,
amarantus,
los ruidos de la lluvia.
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3.
Aparece en la tormenta
la voz del clarinete.
Canta el corazón
de las maderas.
Es apenas
como una casa pequeña
en medio de la selva,
o un bosque que me exige
primaveras.
¡Volveremos a escucharle ¡
Sus sonidos ya se acercan,
entran a los cuartos
y sobre el lecho
lentamente
van tejiendo sus colmenas.
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4.
Bebo el fluido de las notas.
Viajo en sus cadencias
hasta playas infinitas,
sueño con marinos
batallando con las velas;
parecen aves que se alejan de sus nidos.
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5.
La mar arrastra una fiera muerta
hacia el muelle.
La observo,
y a pesar de la lluvia,
estoy seguro
que en la soledad de la noche
ella, desde su lecho,
volvería, otra vez, a mirarme,
si esas bestias
no le arrancaran los ojos.
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Del libro: Escritos sobre el anochecer temprano y otros poemas.
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