A mi hijo, sutil leonino de la orquesta
y al resto de los orfeones.
"Qué habrá soñado el tiempo..."
BORGES
I Fragmentos en allegro man non tropo
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1.
El
día
entero
es un
preámbulo
Una
terca
negredad
cubre el rostro
de los niños
Las
calles
se pueblan
de seres
que resisten
el olvido
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2.
Esta
tarde
camino
por Santa Ana.
Las
paredes
me miran
impasibles.
Los perros
orinan las aceras
y vuelven
inocentes
a su juego.
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3.
Recorro
las callejas,
rasgo
las palabras,
arranco
de la estancia
los yerbajos.
Invento
soliloquios;
---gritan muchos niños,
un viejo arregla camas
en el parque,
las paredes
incuban salamandras.
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4.
Avanzo entre tinacos,
por aguas que suben las aceras;
entre mujeres cubriéndose las batas
con sus toallas sucias;
entre muchachas
que caminan macilentas.
Las casas
son vientres
repletos de criaturas,
Allí,
los seres
reposan sudorosos.
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5.
Un joven
se pierde
calle abajo.
En lo alto
tras el ventanal
dos viejos lo miran.
(Cómo no caminar tan lento
entre tanto muladar).
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6.
Vuelvo mis ojos a la estancia.
Una simiosidad grisácea
se desliza por los
techos de las casas.
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7.
Blancas aves avanzan
sobre el mar
que irremediablemente abrazo,
los árboles duermen temerosos,
cubriéndose de flores amarillas,
y esperando que la tarde
cuelgue su arcoíris.
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8.
Como si caminara
sobre un largo techo rojo,
sobre las calles avanzo;
sólo me queda esta casa
y el desierto de sombras
que rellena las copas de mi mesa.
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Del libro: Escritos sobre el anochecer temprano y otros poemas.
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