1
Una mujer se levantó de su sitio.
en la mesa del infortunio.
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2.
Una mujer
levantó la vista
y vio pájaros volando
en la mitad de la noche.
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Esa mujer,
la de los años más nocturnos,
vio cuando los días se acababan
lentamente,
como interminables cuentas de rosario
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Mujer risa,
mujer fruta,
habitas,
como el arcoíris
en la boca y en los huesos
de las grietas
y en los espejos húmedos
de la tierra.
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3.
Otra mujer se levantó,
con la sonrisa conocida.
Mujer espada,
cortaba frutas y noches
pero se llenó de espanto,
con los gritos de la espina,
mujer espada.
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Como si pudiéramos evitarlo/selección
Publicado en: Temas de Nuestra América, No. 132, febrero, 1993.
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