Dejen que lo apacigüe el oboe
como lo hubiera querido una noche de asma
cuando las estrellas de sus pulmones sin brillar
enloquecían el sarcasmo, la caligrafía y los coturnos.
En el trigal de las tardes desovillando y
levemente sobresaltando escalerillas,
va hacia el insaciable, trozo de azúcar,
cansado té que bifurca el caprichoso mastodonte.
Otras cabezas se explayan sobre Dreyfus,
sobre el escándalo de Panamá, oh pobre de Lesseps.
Proust le da zancadas al tiempo de Neuilly
a ultranza se esmera en perfeccionar sus cuadernillos.
No conoce las verdades que moran detrás de la luna;
sólo apenas entrevé el rumor del saloncito victoriano, la magia
impresionista, el estilo 1900,
los ademanes amanerados y el breve vacío.
Ahora lo ven por la televisión, y el público se pregunta
por qué Proust escribió A la recherche.
Ahora el público cierra la televisión y lo olvida.
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Publicado en: Revista Lotería. No. 189, agosto, 1971. Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1971.
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