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Alfredo Figueroa Navarro
(1950)

Alfredo Figueroa Navarro | Foto: Biblioteca Nacional

Nacido en la ciudad de Panamá, el 7 de octubre de 1950, en el hogar del Dr. Alfredo Figueroa y su esposa Mercedes Navarro de Figueroa. Hizo sus estudios primarios en el Colegio La Salle y en el Instituto Pedagógico. Realizó sus estudios medios en los Estados Unidos de América, en Nueva Inglaterra (1967), y los prosiguió en Europa. Bachiller en Derecho de la Universidad Libre de Bruselas (1969) y Licenciado en Sociología de la Universidad de Lovaina (1973), Bélgica. Doctor en Sociología de la Universidad de Paris (Sorbona, 1976).

Se inicia temprano en el mundo de las letras. Publicó su primer libro de versos, Burbujas, cuando tenía 12 años, a sus 14 años publica Baladas Crepusculares, a los 16 años publica Hacia un Anhelo y a los 26 Trenes y Naciones. Posteriormente abandonó el verso para especializarse en sociología; en esta disciplina, su contribución al estudio de la realidad panameña es lúcida y valiosa.

Profesor de Sociología e Historia Social en la Universidad de Panamá; catedrático de Sociología en la Universidad Santa María La Antigua y en la Universidad del Istmo. Ha profesado diversas asignaturas de su especialidad, entre ellas: Introducción a la Sociología, Sociología del desarrollo, Sociología del cambio social, Sociología de América Latina, Sociología de la educación, Sociología urbana y Sociología de la comunicación social. Fue profesor visitante en la Universidad de Sevilla, España, 2003, en su Departamento de Historia de América.

Coordinó la colección Biblioteca de la Cultura Panameña (1982-1990) de la cual publicó siete tomos. Fue investigador del Instituto de Estudios Nacionales (1990-1991), Director de Investigación (1991-1994) y de Cooperación Internacional (1997) de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad de Panamá, de cuyas revistas Scientia y Societas ha sido editor. A partir del año 2000 perteneció a la Comisión Universitaria del Centenario de la República y desde el año siguiente coordinó la publicación del libro colectivo Panamá: cien años de República (2004).

Fue becario del gobierno español (1989 y 1993) para realizar pesquisas en archivos y bibliotecas españoles sobre historia de Panamá, en especial del siglo XVIII. Es miembro de la Academia Panameña de la Historia (1977), de la Academia de Historia Eclesiástica de Panamá (1996) y de la Academia de Genealogía e Historia de Panamá (2011).

Pronunció conferencias en la Universidad de La Rábida, ubicada en Huelva, Andalucía, España, hacia 1994; en la Universidad de Erlangen-Nüremberg, Alemania, en 1997; y en el Banco de la República, de Cartagena de Indias, Colombia, en 2008. Participó en congresos mundiales, regionales y nacionales sobre las ciencias humanas en los que ha presentado ponencias.

Reseñas

MEDIOEVAL

Del Poeta más joven de Panamá.

El joven Figueroa-Navarro muestra claramente en Medioeval su estilo pulido en la cantera de los clásicos del idioma; revela su inspiración e imaginación envidiables y su pericia para relatar dramas, dentro de las severas normas del metro y de la rima; destaca igualmente algunos de los niveles de su vasta cultura con los cuales viste el poema con elegancia y esplendor. Da la impresión de que dicho poema hubiese sido escrito por un poeta logrado, maduro, con vasta experiencia lírica y no por un adolescente que apenas se asoma por la ventana del verso al mundo de las letras y al panorama de la vida. En Alfredo Figueroa Navarro, sin duda alguna, tiene Panamá una valiosa promesa que quiera Dios algún día se traduzca en positiva gloria para la Cultura y para la Patria.


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Por Leonidas Escobar

En: Estrella de Panamá, 6 de noviembre de 1966.


Figueroa Navarro, Alfredo:

“Desarrollo de las Ciencias Sociales en Panamá”

Tomo 5 de la Biblioteca de la Cultura Panameña

Alfredo Figueroa Navarro se inició en la vida intelectual panameña bajo el signo de la poesía y luego se desvió a la prosa grave y técnica que reclama la disciplina de su profesión, pues tras largos años en las Universidades de Lovaina y París, nos sorprendió en 1978 con un libro sustancial sobre nuestra experiencia decimonona: Dominio y Sociedad en el Panamá Colombiano, que hoy ya cuenta con su tercera edición. Ambas corrientes de su influencia creadora, la fuerza de la ciencia y la emoción de la lírica, son las características que hoy campean en su nueva obra que reseñamos.

Hacer una antología puede resultar tarea fácil para aquél que en forma superficial se contente con leer y agrupar lo que subjetivamente parezca lo mejor. No es el caso en la selección que nos ofrece en su Desarrollo de las Ciencias Sociales en Panamá, pues cada una de las partes que componen su obra: Estudio Introductorio, antología, noticias biográficas de los autores antologados y Bibliografía, constituyen de por sí, aportes aislados que, una vez unidos, como si fueran vasos comunicantes, nos ofrecen un todo armónico, en el que hay una vertebral síntesis de nuestro afán de encontrarnos a través del estudio de la antropología, la arqueología, la ciencia política, la demografía, la economía, el folklore, la geografía, la historia, la lingüística, la psicología social y la sociología, las cuales son las once disciplinas que agrupa bajo el denominador común de ciencias sociales.

En el estudio introductorio en todo momento el autor se nos muestra ágil y armonioso, con una adjetivación exacta y un matiz fino y discreto que nos permiten ver cómo, luego de la clarinada singular de Justo Arosemena en el Siglo XIX, es durante la época republicana cuando se desarrollan los estudios con intención e interés más o menos serio. En tal sentido, nos ofrece impresionante inventario de la actividad intelectual en las primeras revistas del XX, pasa luego a los intentos embrionarios del Instituto Nacional y continúa con el desarrollo de los estudios universitarios, haciendo hincapié en el aporte de los exiliados españoles y alemanes, sin desconocer lo que a tumbos, a veces con las uñas y las más de las veces hasta sin las uñas, hemos hecho los nacionales desde la cátedra de nuestra Primera Casa de Estudios.

Lo dicho anterior da margen para hacer una historia sucinta de cada una de las ciencias sociales a lo largo de los programas de enseñanza y de la descripción del contenido de los cursos. El balance de su evolución resulta entrecortado y confuso si lo miramos desde la perspectiva del ochenta. Y es que desafortunadamente así es nuestra vida intelectual. El calco irresponsable resulta norma general y el esfuerzo individual se pierde en una selva enmarañada de yuxtaposiciones académicas, donde sobresale el desorden, se aniquila lo que hay de creador en el aporte y se pierde irremisiblemente el esfuerzo que casi nunca termina en ser promesa cumplida.

Con todo y todo, la visión panorámica de Figueroa Navarro resulta positiva, pues con “ojo de buen cubero” sabe distinguir lo que en nuestro Panamá se ha hecho con seriedad y de acuerdo a la metodología científica que el conocimiento reclama. Es así como salva del olvido y por lo mismo pone en valor presentista, las ideas que en el campo de la economía ofreció una vez José N. Lasso de la Vega o Méndez Pereira en su interpretación de nuestro destino histórico como “país y nación de tránsito”, por no citar sino dos ejemplos clarísimos.

Pero el autor no deja de hacer angustiosas reflexiones a la par que inquietantes preguntas al casi inicio de su brillante estudio. Al plantearse la cuestión de las ciencias del hombre en Panamá, se interroga: “¿Quedaron algunos ramales sacrificados en aras de otros? ¿Nacieron algunos muertos, con la salud entrelazada o desaparecieron apenas transcurrida la infancia o las mocedades?” Las más de las cuestiones sirven de punto de arranque para maduras comprobaciones y otras veces, usando el método socrático, invita al lector cuidadoso a que se sumerja en meditaciones sobre nuestra razón de ser y nuestro “puesto en el cosmos”, si se nos permite utilizar la terminología de Scheller.

Estamos seguros que fue André Gide quien escribió en alguna parte: todo está dicho pero como nadie hace caso, hay que volver siempre a comenzar. En efecto, muchos que nos antecedieron en el tiempo utilizaron —es natural que ocurra—, la revista como medio de información y divulgación científica y en tal sentido, el autor se pasea como por campo propio en las publicaciones de ayer y de hoy. Hace un minucioso catálogo de las mismas, rescata de ellas lo que aún mantiene vigencia y traza un esbozo de su corta existencia. El trabajo de Figueroa Navarro en tal sentido resulta inmenso porque, en nuestro medio, la publicación ocasional tiende a convertirse en joya bibliográfica, así haya aparecido ayer. Entre nosotros son irregulares los depósitos de libros y prácticamente inexistentes las hemerotecas. Cuando éstas funcionan, resulta lastimoso consultarlas porque casi de inmediato nos percatamos del irrespeto de los lectores, al comprobar que muchas de las páginas se arrancaron para satisfacer una curiosidad inmediata. Otras veces las colecciones están incompletas y es frecuente que los responsables de su conservación muestren ignorancia de su duración o existencia. Gracias a la folletería, el artículo y el libro se ha trazado el cuadro completo de las materias que dan cuerpo a la antología.

Las noticias sobre los autores antologados son breves y sustanciales. En ella ninguna noticia sobra y en cada línea se puede percatar la minuciosidad para seleccionar el dato biográfico que permite ir en pos del derrotero espiritual del escritor. Complemento necesario es la completísima bibliografía con que Figueroa Navarro remata su trabajo. Todo listado de libros, por su misma naturaleza, resulta frío y esquemático, pero en este caso concreto los títulos cobran vida y diríamos que como por arte de magia, saben transmitir un mensaje y ofrecer una lección. Ella es la de la perseverancia y el tesón con que se realizaron en un medio ingrato para cualquier tarea intelectual. En este Panamá contemporáneo, con su impresionante lista de bancos y comercios, con sus imponentes edificios, cada día más altos y que vienen a ser como testigos y muestras del bienestar material y el progreso, resulta una proeza descomunal la labor silenciosa de la investigación social. Como somos tierra de servicios, nuestros economistas miran al lucro como panacea para el bienestar material y poco tiempo les resta para dejar constancia escrita de su pensamiento y acción. Lo mismo vale decir para el demógrafo, el folklorista o el geógrafo, pero lo poco que hay anuncia por lo tanto lo mucho que aún está por estudiarse.

Algo más nos sorprende al revisar la bibliografía sobre las Ciencias Sociales en Panamá. Ello es la cantidad de apellidos y títulos foráneos que aparecen en especial en las ramas de la antropología, la arqueología, como las que más y las siguen la historia y la sociología. Nuestra realidad nacional descuidada y desconocida por la mayoría de nuestros conciudadanos, merece la atención de los extranjeros y lo que se observa en el balance es el interés que desde afuera reclaman nuestros contemporáneos primitivos, los bienes y logros culturales del antiguo hombre panameño y el desarrollo de nuestra personalidad histórica en el tiempo.

Por lo antes señalado debemos insistir en la urgencia de ir al reencuentro de un hombre que, si bien es pasado, se hace económico, social, político y que se comunica con un lenguaje que tiene sus propias singularidades, como lo demuestran los aportes de Elsie Alvarado de Ricord, Pedro I. Cohen y Luisa Aguilera Patiño de Santos.

Figueroa Navarro, sin hacer ostentación alguna de su saber, logra ampliamente la labor a él encomendada en la Biblioteca de la Cultura Panameña. Revela no sólo el dominio de su especialidad, la sociología, sino el de la propia historia de Panamá en todos sus aspectos y con los métodos más actuales y sofisticados. Según la nueva Clío los auxiliares de sus conocimientos son los datos que suministra el consumo, la población, las relaciones políticas y la participación del común, al que antes se le dejaba a un lado por considerarlo como “pueblos sin historia”. He ahí otro aporte importante del título que acaba de ver la luz.

Queremos, en esta breve nota, reiterar nuestra simpatía profunda al autor quien ha mostrado en todo momento esa “pasión de toro bravo” por los quehaceres culturales y a su vez la quietud de un convaleciente, para poder analizar con rigor científico y sabia erudición este Imago mundi de las ciencias del hombre en nuestro medio. Por lo tanto es un imperativo de hidalguía agradecerle esta invaluable ofrenda que ha dedicado a Panamá.


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Carlos Manuel Gasteazoro

En: Revista Lotería. Nos. 332-333, noviembre-diciembre, 1983.

Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1983.


Juicios críticos sobre el poeta

Figueroa Navarro, Alfredo: Trenes y Naciones. Impresora Panamá, S. A. Panamá. 1976.

Nos propusimos comentar algunos versos de ALFREDO FIGUEROA NAVARRO, expuestos en su libro titulado TRENES Y NACIONES

          “En trenes tristes va la vida tuya.
          Hoteles y salones suelen darte
          su filiación intensa y con su arte
          mitigan la quietud para que huya
          lejos de ti la tempestad”.

Este primer poema, que da título al libro, revela lo que sintéticamente muestran las frases que comentan, en su solapa: “Diario íntimo y cuaderno del viajero que pretende descubrir fronteras inéditas en el tiempo y el espacio”. Revela estudios serios, profundidad, el libro de este joven poeta, que tiene además, el don de despertar sentimientos de admiración. El arte, según el poeta, es el poderoso que logrará la paz. Verdaderamente nos sentimos en comunicación con el poeta al leer sus versos y nos haremos eco, al escribir las líneas finales de “Trenes”:

          “Y el ocaso final y el que precede.
          La tarde, que transcurre hoy, recuerda
          para que esta fragancia no se pierda”.

Le decimos: será para nosotros un presente. El poeta es eterno. Encontramos poesía en alto grado, la que viste de ilusionada belleza, la que advierte una vida hasta en los cielos, la tierra, la nieve. Así vemos en “París: 1976”:

           “El cielo de París, luce distinto,
          y la tierra también, porque la nieve
          cambia las avenidas y reparte
          su ración de ilusión a las aceras”.

Veremos más adelante que aquí, sobre la nieve, es un elemento embellecedor. En el poema denominado “Boceto”, toma la nieve para expresar una cualidad:

          Dulzor de tenue ocaso y voz del viento,
          rostro de una muchacha, frío de nieve,
          apaciguan mi afán. Ríes y siento
          tu voz delgada y frágil…

Tratemos de expresar que en el poeta es una constante el tiempo, para él de un gran valor, nostálgicamente dice:

          Con zapatillas blancas, difumina
          tu silueta aquel barrio apetecible
          Caminamos. Vivimos el posible
          mañana, el ayer que aquí culmina.

También en los versos siguientes:

          tu voz delgada y frágil. Todo es breve
          Vuelvo a la soledad. Mi despedida
          me aminora. Es un morir en vida.

En el renglón final nos dice el año de la aparición de los poemas: París, 1º. de diciembre de 1973.

          Y aquí:

          ¿Qué quedará de todo esto que gira,
          alrededor de nuestros corazones,
          sino fragmentos de una gran nostalgia,
          intercambiada en una noche frágil?

Y finalmente en “París, 1976

          ...Que permanezca,
          también, el otro lado de las cosas,
          evocadas por ti, serenamente,
          desde esquinas y calles asombradas,
          o en el recato quieto de una frase.
          Todo lo he dicho, y, sin embargo, nada
          sobre esta tarde que nos vio vivir
                                                                          1976

El título del poema centra este espacio tiempo, “París: 1976”.

Dije que el poeta tiene misiones de profeta, de luz; en Figueroa Navarro, encontramos esto y más porque se aúna en él esa claridad francesa. Como una aquiescencia encontramos su poema: “Un Sueño en la Sorbona”, de París, 24 de Enero de 1976.

Simplemente, porque es de gran belleza aquí se detendrá un instante el poema “Jazmín”. (Aquí la palabra es creadora de belleza):

          Jazmín de tu voz
          que habré de recoger acaso
          en la madrugada simple
          de un día con luna
          Que su aroma no decline.
          Que persista aun cuando vaya
          perdiendo todos sus pétalos

Alguna persona le dirá al poeta con sus mismos versos, palabras como las que emplea en su poema “Alpes”.

          Todas las cosas cambias al hablar,
          sin saberlo quizás, pero quien vuelve
          a atisbarte, percibe que ha admirado
          una grandeza y una plenitud.


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Obras y Autores

Publicado en: Revista Lotería. No. 268, junio, 1978. Lotería Nacional de Beneficencia, Panamá, 1978.



Obras de Alfredo Figueroa Navarro

Título Año
Burbujas. Panamá, 1963. 1963
Baladas crepusculares. Impresora Panamá, Panamá, 1965. 1965
Hacia un anhelo. Impresora Panamá, Panamá. 1967. 1967
Historia de la poesía. Impresora Panamá, Panamá, 1968. 1968
Trenes y naciones. Impresora Panamá, Panamá, 1976. 1976
Tensiones sociales en el arrabal. Según la correspondencia consular francesa (1850-1880). Centro de Impresión Educativa, Panamá, 1977. 1977
Aproximación a la sociología histórica del grupo dominante coclesano, 1821-1850. Impresora Roysa, Panamá, 1977. 1977
Para una sociología de la literatura en Panamá. Impresora Roysa, Panamá, 1978. 1978
Sociología del arrabal de Santa Ana en Panamá, 1750-1850. Impresora Panamá, Panamá, 1978. 1978
Dominio y sociedad en el Panamá colombiano. (1821-1903) (escrutinio sociológico). Litho Impresora Panamá, S. A., Panamá, 1978. 2a. edición, Tercer Mundo, Bogotá, 1980. 3a. edición, Editorial Universitaria, Panamá, 1982. 1978
Oligarquía urbana y transformación de mentalidades en Panamá 1821-1849. Panamá, 1979. 1979
El intelectual panameño y la sociología de la comunicación social. Impresora Panamá, Panamá, 1981. 1981
El desarrollo de las ciencias sociales en Panamá. Estudio introductorio, antología y bibliografía. Dutigrafía, Panamá, 1983. 1983
Los grupos populares de la ciudad de Panamá a fines del siglo diecinueve. Impretex, Panamá, 1987. 1987
Juventud y voto. Las elecciones presidenciales panameñas de 1989; estudio exploratorio.  Impresora Roysa, Panamá, 1990. 1990
Juventud y cultura. Niveles y horizontes culturales del universitario panameño; estudio exploratorio. Impresora Roysa, Panamá, 1990. 1990
Testamento y sociedad en el istmo de Panamá, siglos XVIII y XIX. Impresora Roysa, Panamá, 1991. 1991
Las ciencias sociales en Panamá. En vísperas del tercer milenio. Editorial Portobelo, Panamá, 1998. 1998
Nueva luz sobre Carlos Antonio Mendoza. Stamato Editores. Santafé de Bogotá, Colombia, 2000. 2000
Vida y obra de Gaspar Octavio Hernández, el "Cisne Negro". Alcaldía de Panamá, 2002. Bogotá, Colombia, Panamericanas Formas e Impresos. 2002
Asociación Educativa Francisco Céspedes. Normas relativas a su constitución como institución educativa sin fines de lucro; ensayo, El legado educativo de Francisco Céspedes. Departamento de Mercadeo de Icaza, González-Ruiz Alemán, Las Tablas, Panamá, 2003. Impreso Formas Gráficas. 2003
La sociología en Panamá en el siglo XX. Impreso en la USMA, Panamá, 2003. Separata de la Revista La Antigua No.60. 2003
Manual de historia de Panamá. Coautor junto a Celestino Araúz y Argelia Burgos. Litho Editorial Chen, Panamá, 2006. 2006
Pensar en Panamá: obra periodística (1971 - 2009). Articsa, Panamá, 2009. Artículos periodísticos redactados por el autor durante cuatro décadas en algunos diarios de la localidad. 2009
Manuel Roy Castillo (1895-1991): una vida ejemplar para todos los tiempos. Editorial Universitaria Carlos Manuel Gasteazoro, Panamá, 2010. 2010
Horas de sociología y de historia social panameña: 1972-2012. Articsa, Panamá, 2012. Edición conmemorativa del quinto centenario del descubrimiento del Océano Pacífico. 2012
José Agustín Arango Ramírez y su legado. Editora Novo Art, Panamá, 2021. 2021

Referencias

  • Del Saz, Agustín. Antología general de la poesía panameña (Siglos XIX-XX). Barcelona, 1973.
  • Miró, Rodrigo. La Literatura Panameña, origen y proceso. Litho-Impresora Panamá, S. A. Panamá, 1979.
  • Miró, Rodrigo. Itinerario de la Poesía en Panamá. Editorial Mariano Arosemena, INAC, Ediciones del Centenario, Panamá, 2003.
  • Arellano, Jorge Eduardo. Literatura Centroamericana. Diccionario de autores Contemporáneos. Colección Cultural de Centro América. Managua, Nicaragua, 2003.
  • Figueroa Navarro, Alfredo. José Agustín Arango Ramírez y su legado. Editora Novo Art, Panamá, 2021.


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