Una mañana en que escuchaba la radio
me dieron ganas de quedarme durmiendo
entre sábanas sucias
y trozos de ceniza
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a uno le dan ganar a veces
de rascarse la cabeza y sacarse la caspa
a uno le dan ganas
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ganas de quedarse en la cama mientras los demás trabajan
o hacen juegos de trompo en las aceras
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a uno le dan ganas de abrirse la barriga
con un cincel antiguo y sentir el dolor
únicamente por sentir algo
a uno le sucede que todo se termina y que nada
se termina
y entonces las ganas que tiene son de un sentido raro
pero son ganas al fin
y es lo que lo mantiene vivo a uno
mis ganas son de dormir
o de rascarme la cabeza
o de escuchar la radio
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Esto puede suceder mientras uno escucha la radio
tranquilo
y lee a darío sobre darío contra darío
porque no sé quien te dijo que era necesario leer a darío
pero tú
yo definitivamente no tengo la menor gana por que todo es azúcar
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y bueno
después de eso y lo que dice la radio las ganas
son muy pocas
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mamá despiértame antes de irte gracias
y esto es para quedarme despierto y todo
entre las sábanas tibias
fumando cigarrillos
uno tras otro
y disfrutando de mis ganas y mis ganitas y lo que se me antoje
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por lo pronto
mientras se descubre que darío no era la gran mierda
y despiértame antes gracias
tal vez era para ver si tenía ganas
pero no tenía y me quedé durmiendo
digo
me quedé en la cama
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era una mañana en que escuchaba la radio
y tenía ganas de quedarme tirado como un vivo
o como un muerto
en la cama tibia que olía a mí
y a los pensamientos que tuve y a los pensamientos lluviosos
que tuve
y que ya no tengo
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eran ganas al fin
a uno le sucede que todo se termina y que nada termina
nada más quedan
las ganas de vagar
pensamiento
cuerpo
y alma
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y oír la radio que anuncia coca colas a dime
pero uno tiene ganas de coca colas a dime
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y oír la radio que anuncia coca colas a dime
pero uno tiene ganas de coca colas a dime
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y oír la radio que anuncia coca colas a dime
pero uno no tiene ganas
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Publicado en: Revista Lotería, 2da. Época, vol. 14, No.167, octubre, 1969.
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