El cerro la cruz
donde comienza justo el cielo
y las tardes.
Corriendo
tú
como la luna
hacia la playa
no sé a qué hora
pero llegó la vida
como un montón de agua
entre las manos y
amor amor
en puertas y ventanas,
amor en todos los teléfonos.
No tiene nombre
no tiene casa
no tiene espejos
donde mirar
desnuda
cómo ríe,
aguja entre las piernas
golpe de árbol.
Andarás por allí como la noche
doliéndote la lluvia piel
recordando
no sólo leones de piedra
o luna quién sabrá si creciente
sino árbol, mediodía.