Es la gama sublime de los eunucos de la idea; es la mecha hirsuta con que se alumbran los idiotas.
Es como la asimilación del hombre-bestia; es el oscuro reducto donde sienta sus reales lo decrépito.
La Impotencia es el ¡ay! de los estacionarios, especie de eremitas de la idea que, rumen sin cesar y no digieren.
Son los desheredados del talento; eternos enamorados de lo vulgar y lo mediocre.
Estos no admiten más gloria que la suya, porque la idealidad está en una zona que es glacial a su temperamento.
No luchéis con éstos porque nada aprenderéis; son los mono-sabios de la literatura; son como el “Bufón de Felipe IV”, pero de más baja ralea y menos intelecto.
Así como Jesús tuvo sus apóstoles, la Impotencia también tiene los suyos.
Los estacionarios no llegarán nunca a la cima porque no alimentan la esperanza del que persigue un fin; viven en el fondo de lo oscuro viendo perecer su nave en el revuelto mar de las ideas!
Estos no pertenecen a los sudras ni los pitris.
Gautier los llama Nulos!
Adriano C. Velasco
Publicado en: El Lápiz, año VI, número 71, Panamá, septiembre 8 de 1899.
Inicio | Poetas | Poemas a la patria | Himnos | Niños | Historia | Libro de visitas